El Despertar de un Pueblo
En el libro de Esther conseguimos una historia muy poderosa de libertad y compromiso a confiar en un Dios que los liberó y nos salvó del mandato de destrucción.
Así mismo es como veo el Acoso, es. un acto de violencia que viene desde un corazon malvado, reprimido, obsesionado de poder y con falta de humildad.
Se Necesitan a Madres y Padres que se unan en este llamado de LIBERTAD para combatir la opresión que ha venido a OPRIMIR EL espíritu y la Identidad de nuestros hijos. Donde solamente el poder de protección está en la ORACIÓN Y EL AYUNO CONSTANTE POR NUESTROS HIJOS.
Te animo a UNIRTE EN ESTA PROCLAMA DE LIBERTAD Y DE SABIDURÍA, donde podamos juntos levantar a nuestros hijos a sentirse AMADOS, RESPETADOS y VALORADOS dentro de una sociedad LIBRE DE VIOLENCIA, SIN ODIO, NI RESENTIMIENTO.
Vamos a PRESENTAR A NUESTROS HIJOS DELANTE DE DIOS, en oración y súplica constante de PROTECCION.
Dando Gracias en todo tiempo por la mano derecha que los protege. Donde su poder es omnipotente, omnipresente ante la inminente PLAGA LLAMADA “ACOSO”.
El que habita al abrigo del Altísimo descansará a la sombra del Todopoderoso.
Yo digo al SEÑOR: «Tú eres mi refugio, mi fortaleza, el Dios en quien confío». Solo él puede librarte de las trampas del cazador y de mortíferas plagas, pues te cubrirá con sus plumas y bajo sus alas hallarás refugio. Su verdad será tu escudo y tu baluarte. No temerás el terror de la noche ni la flecha que vuela de día ni la plaga que acecha en las sombras ni la peste que destruye a mediodía. Podrán caer a tu lado mil y diez mil a tu derecha, pero a ti no te afectará. No tendrás más que abrir bien los ojos para ver a los impíos recibir su merecido. Ya que has puesto al SEÑOR por tu refugio, al Altísimo por tu protección, ningún mal habrá de sobrevenirte, ningún desastre llegará a tu hogar. Porque él ordenará que sus ángeles te protejan en todos tus caminos. Con sus propias manos te sostendrán para que no tropieces con piedra alguna. Aplastarás al león y a la víbora; hollarás al cachorro de león y a la serpiente. «Yo lo libraré, porque él me ama; lo protegeré, porque conoce mi nombre. Él me invocará y yo le responderé; estaré con él en momentos de angustia, lo libraré y lo llenaré de honores. Lo colmaré con muchos años de vida y le haré gozar de mi salvación».
SALMO 91